¿Realmente tiene la posibilidad de revolucionar el sistema educacional que tenemos, o es simplemente otra promesa falsa, otra manía, que no va a resultar en cambios significativos, válidos y útiles?
Durante un año, tres maestros en Estados Unidos se dedicaron a visitar e investigar varias escuelas que habían sobresalido por sus metodologías y técnicas excelentes. Después de este año, hicieron una lista de mejores prácticas que podrían ilustrar un modelo transformativo de la educación. Sobre la tecnología, los maestros dijeron: Nuestra postura acerca [del uso de] la tecnología es que debe de ser significativo, sin límites fijos, y adecuado para la etapa de desarrollo del alumno. Para mí, todos debemos de tener en mente estas palabras juiciosas cuando nos acercamos a este tema controversial.
Existen muchas críticas de la tecnología en la educación, y muchas son válidas. Los padres de familia se preocupen de que tanto tiempo sus hijos pasan frente una pantalla – un laptop, un Tablet, un celular, un ipod, un Playstation, la televisión. Es así en sus casas y cada vez pasa más en las escuelas. Realmente es inquietante – los niños nacieron en este mundo tan lleno de dispositivos electrónicos, ¿pero dónde poner un límite? Sabemos que los jovenes de hoy van a necesitar saber manejar la tecnología en sus vidas cotidianas y en sus trabajos en el futuro. Sin embargo, tambien queremos que jueguen afuera con sus amigos, que participen en deportes, que sepan formar amistades verdaderas, que lean libros impresos y que sean capaces de concentrarse en una sola cosa por un tiempo, de estar con sus inquietudes y dedicar tiempo a investigar, pensar criticamente, y resolver algo con sus propias mentes. La tecnología no tiene que, pero puede, disminuir la capacidad y también la motivación de hacer estas cosas.
Por cada proponente de la tecnología en las escuelas, es probable que exista un adversario -- muchas veces los mismos maestros que trabajan día tras día con los jovenes en las escuelas. La maestra Carrie Oretsky, veterana de más de 40 años de docencia en escuelas primarias en California, comenta que le inquieta mucho tanto uso de la tecnología, y que a lo mejor el "desorden" que ocurre al aprender, lo cual es vital al desarrollo del cerebro, se va a perder en esta nueva época.
Sin embargo, también existen escuelas, y maestros, que han creado modelos de educación utilizando la tecnologiá pero con juicio y moderación, y sería astuto tomarles a ellos como ejemplares de como lograr esto. Emily E. Smith ha creado un salón innovativo, a lo cual puso el nombre "The Hive Society." Al leer la descripción del espacio, uno imagina un lugar parecido a las oficinas de Google o algún "start-up" -- de donde Srta. Smith sacó unas ideas para el diseño de su aula. Esto no uno de estos salones tradicionales que todos conocemos -- aquí hay mesas de conferencias, mesas bajas, tapetes para sentarse en el piso. Los alumnos, junto con su maestra, se ponen a resolver problemas de forma innovativa, explorar y colaborar en varios temas relevantes y actuales. Luego, en las universides, según algunas personas, los"SPOCs" [small private online courses] son los nuevos "MOOCs" [massive open online courses]. Aquí, toman el modelo de los cursos "blended", o semi-presenciales, y usan la tecnología para colaborar, y también para que cada alumno pueda trabajar y avanzar al paso que necesite. Dice Anant Agarwal, presidente de Edx, que "la belleza de los cursos 'blended' es que pueden ser infinitamente personalizados."
Como todos los problemas de la vida que enfrentamos, no hay ninguna solución fácil o sencilla al dilema que nos presenta la tecnología en nuestras vidas y en nuestras escuelas. Antes de adoptar o poner en práctica un nuevo método o dinámica usando la tecnología, tenemos que reflexionar sobre su utilidad, y ponderar seriamente las ventajas y desventajas que pueda tener. Sin embargo, un aspecto positivo es que existe una comunidad grande que actualmente está contendiendo con estas ideas, y nos conviene como docentes profesionales ser parte de esta conversación: compartir nuestras experiences, nuestras inquietudes, y nuestros éxitos, para crear nuestra visión para el futuro de la educación.